















Enamorada (obsesionada) del vértigo
Como Vértigo de Alfred Hitchcock; la obsesión, el amor, la melancolía, la pasión, la confusión, la pérdida. Como Irreversible de Gaspar Noé; los movimientos -del comienzo-, sin poder concentrarse en ningún punto, el amor, y la obsesión. Como Amelie de Jean-Pierre Jeunet; la aceleración, la búsqueda, la timidez y nuevamente, la obsesión. Como una montaña rusa en un parque de diversiones; las vueltas, los colores, las ganas de volver. Como las obsesiones humanas.
La idea es, reproducir movimientos, mareo e inestabilidad; ya que tomo vértigo como la alucinación en la percepción del movimiento. Es “mostrar” una obsesión, como lo hacen Alfred Hitchcock y Gaspar Noé en sus películas, pero alejándome un poco del dolor, de la oscuridad, de la venganza. Sería la del entusiasmo, el derretirse, el marearse, perderse, prenderse. El mismo mareo de la montaña rusa y sus colores. Animarse, subir, MAREARSE y, también, gritar. Es la sensación de sucesión de movimiento. Es dejarse llevar, caer desde lo alto y confiar. Pero la ilusión a veces es efímera y la posesión de la felicidad, fugaz. El tiempo de duración de un ataque de vértigo, por lo general, no dura más de veinte minutos. Hay vértigos fluctuantes, persistentes y continuos.
Dos colores, complementarios, el verde y el rojo, como repetición en las fotografías, como unión.
Las paredes, los objetos se mueven. La rotación. La transformación de la realidad. La ansiedad. La hipnotización. La persecución.
“Porque cuando me amabas, cuando el mundo era hermosísimo y transparente, tu amor era un aliento leve que me contenía y en él podía ir y venir (…), columpiarme entre nubes de mariposas anaranjadas apantallando al verano con sus alas inquietas. Cuando me amabas yo podía ser un vértigo.
M”Cuando me amabas yo podía ser un canto subiendo por los valles, repicando en los campanarios, girando en las aspas de los molinos, trepando sin cansancio” (rescaté este fragmento de Cuentos de amor de Poldy Bird; que heredé, era de mi mamá cuando era chica)
“El tiempo lo destruye todo” Gaspar Noé.